De hecho, fue galardonada con tres premios de gran renombre justo al año de haber aparecido en escena: el premio CEW en el apartado de mejor fragancia femenina y dos galardones FiFi (los Oscar de la perfumería y la cosmética), uno como mejor perfume y otro en "packaging" o mejor diseño como ventana de comunicación y, por descontado, como método efectivo al saber captar de forma eficiente la atención de los usuarios.
El diseñador, en esta ocasión, quiso inspirarse en las féminas más jóvenes y por eso creó una alternativa a su medida llena de frescor y exotismo con ayuda de Alberto Morillas, uno de los mejores perfumistas del mundo que, posteriormente, también dio lugar a la versión Eau de Toilette. Este español de origen sevillano es un apasionado de los aromas y vive por y para ellos, creando experiencias odoríferas espléndidas y únicas como resulta ser ésta.
Daisy es el nombre de la novia del pato Donald, pero en nada se asemeja al personaje animado, pues esta fragancia está llenita hasta los topes de distinción y también de un espíritu femenino, jovial e inocente. El nombre escogido da lugar a todo ese maremoto intenso de atributos vivaces, alegres y jóvenes, en contraposición a su semejante y hermana menor Lola, un perfume mucho más descarado y desvergonzado, que aparece dos años después y cuya pretensión es ser su antagonismo más elevado.
Jacobs supo crear a la perfección un perfume en el que la sofisticación y el estilo más desenfadado se llevaran a las mil maravillas, algo que suele resultar muy difícil, y el encanto de su elegancia inusitada junto a su vitalidad más enérgica dieron lugar a este perfume que contiene la esencia de la mujer de espíritu noble y joven.
En general, se trata de un aroma muy natural y para nada clásico, cuyas propiedades giran en torno a diversas flores y esencias que combinadas entre sí dan lugar a un perfume casual pero de gran distinción, o bien vintage pero moderno, tal y como aclaran sus creadores.
Tiene notas de violetas, fresas salvajes y toronjas sanguinas, y su fragancia es de uso diario. El alma del jardín lo ponen las gardenias, jazmines y violetas que también forma parte de su magia y olor característico, así como sus aromas de fondo conformados por almizcle, vainilla y maderas blancas. Todo un arsenal primaveral a la espera de ser captado por las asiduas a los perfumes relajados y frescos.
Daisy también está en loción corporal, gel de ducha y body milk, y se presenta en tres tipos o envases diferentes de 50, 100 y 125 ml. Envuelto en un frasco de vidrio de espíritu vintage, con el adorno de varias margaritas dispuestas en su tapa dorada colmada de fantasía, hace honor a todas aquellas mujeres que disponen de una gran personalidad. Y es que su diseño tremendamente original y dinámico ya es el perfume fetiche de un gran número de fervientes admiradoras.
Vista su influencia en el mercado y la gran expectación creada en torno al perfume Daisy, Marc Jacobs no pudo esperar más para lanzar doce versiones que han sabido estar a la altura de lo que se esperaba de ellas. La mayoría eran fragancias florales que han suplido con creces las necesidades diarias de las mujeres más emprendedoras y activas.
Pero también su publicidad es digna de ser mencionada, pues da lugar a imágenes sugerentes, frescas y muy juveniles. En ellas aparece un campo de margaritas y dos chicas ataviadas con vestidos de un blanco impoluto. Sus cabellos rubios, rostros angelicales y su tez pálida con un ligero matiz de vida en las mejillas representan el lado más chispeante y clásico de la juventud. En sus manos portan, tal y como se tratara de un gran tesoro, un frasco Daisy de grandes dimensiones, mientras el aire golpea sutilmente su pelo y el sol acaricia sus semblantes. Es así como su artífice presentó al mundo la fragancia Daisy de Marc Jacobs y es así como quiso contar en imágenes todo cuanto lleva dentro.
A mí sencillamente me encanta.
